Fallas comunes del volante de inercia Automotriz: Problemas y soluciones
El volante de inercia, una parte esencial del sistema de transmisión de un vehículo, desempeña un papel crucial en el funcionamiento suave y eficiente del motor. Sin embargo, a pesar de su importancia, los conductores se encuentran a menudo con una variedad de fallas y problemas relacionados con esta pieza clave del tren motriz.
En esta exploración de las fallas comunes del volante de inercia automotriz, examinaremos los problemas más frecuentes que los conductores pueden enfrentar, desde desequilibrios y desgaste hasta roturas y fallas en los rodamientos. Descubriremos cómo estas fallas pueden afectar el rendimiento del motor y la experiencia de manejo, así como las medidas que se pueden tomar para abordar y prevenir estos problemas en el futuro. ¡Acompáñanos en este viaje para comprender mejor las complejidades y desafíos asociados con el volante de inercia automotriz!
Fallas Comunes del volante de inercia Automotriz
Si tu Carro tiene transmisión manual, tiene un volante de inercia conectado al cigüeñal dentro del motor. El volante de inercia tiene múltiples funciones, como arrancar el coche y transferir la potencia del motor a la transmisión.
Aunque el volante de inercia tiene un diseño sencillo, puede complicar la conducción y arruinar la experiencia de conducción.
Hemos reunido los problemas más comunes del volante de inercia y cómo solucionarlos, para que puedas mantener una experiencia de conducción positiva en el futuro.
1- Te cuesta arrancar el coche y el motor de arranque emite un sonido chirriante
Cuando te subes a tu coche y giras la llave, lo último que quieres oír es un chirrido al intentar arrancar el motor.
Muchas veces la causa del chirrido es el motor de arranque, pero no siempre es así. Puede que tu volante tenga un problema con los dientes y no engrane correctamente con el motor de arranque.
¿Cómo arreglarlo?
El volante de inercia está sujeto al cigüeñal del motor, y tiene dientes alrededor de la circunferencia que engranan con el motor de arranque para arrancar el motor.
Los dientes tienen que engranar con los dientes del engranaje del motor de arranque, de lo contrario puedes oír un sonido de rechinamiento al chocar los dientes y dañarse mutuamente. Si se permite que el rechinamiento continúe, acabará desgastando o rompiendo los dientes del motor de arranque y del volante.
La causa más frecuente de que los dientes choquen entre sí es que se ha instalado un motor de arranque incorrecto o que hay que alinear el cuerpo del motor de arranque para que encaje correctamente.
Muchos coches tienen la opción de transmisión manual o automática, y cada tipo puede requerir un motor de arranque diferente para un acoplamiento correcto.
También puede haber diferencias en los años de modelo del coche, y podría seleccionarse por error un año de modelo incorrecto, lo que provocaría la instalación de un motor de arranque erróneo. Instalar el motor de arranque correcto para el año del modelo y las opciones puede solucionar fácilmente este error.
La alineación del motor de arranque no ocurre con frecuencia con los coches más nuevos de hoy en día debido al control de calidad de los fabricantes de automóviles. Puedes encontrar problemas de alineación con carros y camiones de los años 80 y anteriores que requieren calzos entre la carcasa del motor de arranque y el bloque del motor para alinear correctamente los engranajes y los dientes.
Estas cuñas son baratas en una tienda de recambios de automóviles, y sólo tienes que aflojar el motor de arranque y deslizar las cuñas entre la carcasa y el bloque del motor. Pueden ser necesarios dos o tres intentos con distintos tamaños de calzos para encontrar el grosor perfecto que resuelva el problema del rechinamiento.
2- Tu vehículo vibra y hace ruido al ralentí
El conjunto del embrague gira a la misma velocidad que el motor. Incluso al ralentí, el conjunto gira entre 800 y 1.000 veces por minuto.
¡Eso es rápido!
Cualquier desequilibrio o tornillería suelta puede provocar una vibración o hacer un ruido importante que puedes oír dentro del coche.
¿Cómo solucionarlo?
El volante de inercia está unido directamente a la parte trasera del cigüeñal del motor y su función es almacenar energía rotacional. Absorbe el exceso de potencia del motor, reduce las vibraciones y mantiene el impulso de rotación para reducir el régimen del motor cuando levantas el pie del pedal.
Hay dos tipos de volantes de inercia actualmente en uso: de masa simple y de masa doble.
Suelen estar hechos de aluminio, hierro o acero, y la mayoría de los coches más nuevos utilizan volantes bimasa fabricados con aleaciones más ligeras. El volante bimasa tiene dos volantes separados que giran independientemente el uno del otro. Uno está unido al embrague y el segundo al motor. Cada volante está separado y equilibrado por muelles que amortiguan las vibraciones del motor.
El conjunto del embrague puede desgastarse, corroerse y alabearse debido al sobrecalentamiento. Los muelles de equilibrado pueden perder su capacidad de amortiguar las vibraciones y es posible que los notes en el coche. También puedes oír chasquidos o traqueteos con el motor en marcha. Los muelles del volante bimasa no están cumpliendo su función.
Los volantes de inercia pueden rectificarse si la superficie está alabeada o desgastada de forma irregular, pero lo más frecuente es sustituirlos por una unidad nueva.
3- El embrague patina
Las superficies del volante y del disco de embrague trabajan juntas por fricción. Cuando una o ambas superficies están desgastadas, es posible que el conjunto del embrague no transmita potencia a la transmisión para mover el coche.
¿Cómo arreglarlo?
El volante de inercia está unido al cigüeñal del motor y siempre gira cuando el motor está en marcha. El plato de presión del embrague está unido al volante por la periferia, y también girará siempre con el volante y el cigüeñal del motor.
La clave para que la transmisión reciba potencia de rotación es que el disco de embrague entre en contacto con el volante y utilice la fricción para girar con el volante.
Si tu embrague patina, significa que no hay suficiente fricción entre las superficies del disco de embrague y el volante. El volante puede estar deformado por sobrecalentamiento. El disco de embrague puede estar desgastado y la superficie de fricción dañada.
Habrá que cambiar el disco de embrague, pero es posible que se pueda rectificar el volante para eliminar la superficie alabeada. Si el volante es demasiado fino o el alabeo ha causado daños importantes, también habrá que cambiarlo.
4- Detectas un olor a quemado en la zona del embrague
Si conduces tu coche con más intensidad que la mayoría, es posible que de vez en cuando detectes un olor a quemado en la zona del embrague. Si notas olor a quemado en el embrague todo el tiempo, estás dañando el conjunto del embrague y el volante de inercia por sobrecalentamiento.
¿Cuál es la solución?
Cuando se sustituye el conjunto del embrague, hay que limpiar las superficies del volante y del disco de embrague antes de instalarlos en el vehículo. Las superficies sucias o aceitosas pueden causar olor a quemado cuando se calientan por el uso.
Una segunda razón por la que el embrague y el volante pueden oler a quemado es que el disco de embrague se sobrecalienta. Los malos hábitos de conducción, como cambiar de marcha sin utilizar el pedal del embrague, remolcar cargas más pesadas de lo recomendado o conducir con el pedal del embrague parcialmente pisado, pueden provocar un exceso de fricción y abuso entre el volante y el disco de embrague.
Puede desgastar prematuramente el disco de embrague y deformar la superficie del volante de forma irreparable.
Si el olor a quemado es constante, tienes que saber por qué. Si las superficies estaban sucias cuando se instalaron, hay que limpiarlas para evitar más olores y posibles daños.
Si estás forzando demasiado el embrague debido a malos hábitos de conducción, tienes que cambiarlos antes de causar daños irreparables.
5- Es difícil cambiar de marcha en la transmisión
Cuando pisas el pedal del embrague, el disco de embrague debería alejarse del volante de inercia y permitirte cambiar de marcha con facilidad.
Si el disco de embrague sigue en contacto con el volante, será difícil cambiar las marchas de la transmisión con la palanca de cambios.
¿Cómo arreglarlo?
Si resulta difícil cambiar las marchas con el pedal de embrague pisado, el disco de embrague sigue en contacto con el volante de inercia y se arrastra por la superficie. El volante puede estar deformado y los puntos altos de la superficie pueden estar tocando el disco de embrague con o sin pisar el pedal de embrague.
Tendrás que desmontar el volante de inercia y hacer que aplanen la superficie o sustituir completamente el volante.
Una segunda causa de arrastre del embrague es que la horquilla de cambio no se mueva correctamente. Debería poder moverse en toda su carrera para presionar completamente el plato de presión del embrague.
Si el cilindro esclavo del embrague en un sistema hidráulico no está ajustado correctamente o no se mueve en toda su carrera, puede permitir que el disco de embrague entre ligeramente en contacto con el volante cuando intentas cambiar de marcha.
Un sistema manual con un cable entre el pedal y la horquilla de cambio podría tener un cable que se ha estirado. Un cable demasiado largo no moverá la horquilla de cambio en toda su carrera y permitirá que el disco de embrague entre en contacto con el volante al cambiar de marcha.
Tendrás que calzar el cilindro receptor del embrague o sustituir las piezas que estén desgastadas.
¿Cómo prevenir futuras fallas en el volante de inercia?
Para prevenir futuras fallas en el volante de inercia y garantizar un funcionamiento óptimo del motor, es fundamental realizar un mantenimiento regular y adoptar prácticas de conducción adecuadas. Aquí hay algunas medidas preventivas que los conductores pueden tomar:
- Mantenimiento Programado: Sigue el programa de mantenimiento recomendado por el fabricante del vehículo. Esto incluye cambiar el aceite del motor regularmente, así como inspeccionar y ajustar el embrague según sea necesario.
- Inspección Visual: Realiza inspecciones visuales periódicas del volante de inercia para detectar signos de desgaste, daños o desequilibrios. Presta atención a cualquier vibración inusual o ruido proveniente del área del volante.
- Conducción Suave: Evita conducir de manera agresiva, especialmente al arrancar y cambiar de marcha. No sobrecargues el vehículo ni remolques cargas más pesadas de lo recomendado, ya que esto puede causar un desgaste prematuro del volante y el embrague.
- Utiliza los Sistemas Correctos: Asegúrate de que se utilicen los componentes y sistemas adecuados para tu vehículo. Instala el motor de arranque y el embrague correctos que sean compatibles con el modelo y año del automóvil.
- Evita el Sobrecalentamiento: Evita el sobrecalentamiento del motor, ya que el calor excesivo puede dañar el volante de inercia y el embrague. Presta atención a la temperatura del motor y detente inmediatamente si notas signos de sobrecalentamiento.
- Pronta Atención a Problemas: Si notas cualquier síntoma de problemas con el volante de inercia, como dificultades para arrancar el motor, vibraciones o ruidos extraños, busca ayuda de un mecánico calificado de inmediato para realizar una inspección y reparación adecuadas.
Nota: Al seguir estas medidas preventivas y mantener un régimen de mantenimiento adecuado, los conductores pueden reducir significativamente el riesgo de futuras fallas en el volante de inercia y garantizar un funcionamiento suave y confiable de su vehículo.
Para concluir
En conclusión, el volante de inercia automotriz desempeña un papel vital en el funcionamiento suave y eficiente del motor de un vehículo. Sin embargo, como cualquier componente mecánico, está sujeto a una variedad de fallas y problemas que pueden afectar tanto el rendimiento del motor como la experiencia de manejo del conductor. Desde desequilibrios y desgaste hasta roturas y problemas de contacto, las fallas comunes del volante de inercia pueden provocar vibraciones, ruidos y dificultades para cambiar de marcha.
Es crucial abordar estas fallas de manera oportuna para evitar daños adicionales al vehículo y garantizar un funcionamiento seguro y confiable. Al comprender las causas subyacentes de estas fallas y tomar medidas correctivas adecuadas, los conductores pueden mantener una experiencia de conducción positiva y prolongar la vida útil de su vehículo.
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